Por: Alejandra TG - Bogotá, Colombia
¡Mañana empieza una nueva conferencia general! Somos muy bendecidos al tener las bendiciones de la tecnología, los profetas vivientes y la revelación constante para poder mejorar nuestra vida y enriquecer nuestro espíritu, así como conocer la voluntad del Señor para su Iglesia, las familias y para cada uno de nosotros.
Siempre he disfrutado la conferencia general. Cuando era más joven, recuerdo que en nuestra estaca no teníamos la posibilidad de ver la conferencia en vivo, ni por satélite. Teníamos una reunión semestral en el centro de estaca, donde nos presentaban en pantallas de televisión el video de una de las sesiones de la conferencia general, y eso era todo. Los mensajes completos solo llegaban impresos en la Liahona y para ellos también había que esperar meses. Sin embargo, desde pequeña recuerdo tener el sentimiento en mi corazón de que los mensajes y los videos eran importantes, porque eran los profetas de Dios quienes nos hablaban.
Ahora que los años han pasado, tengo la bendición de tener las conferencias generales al alcance de mi mano. Ya incluso puedo verlas en vivo, desde mi casa o cualquier otro lugar del mundo, gracias a Internet. Los tiempos cambian, las tecnologías avanzan, y el Señor se acerca a nosotros por muchos medios, lo único que debemos hacer es buscarle, en algunos casos"hacer clic" y escuchar su voz por medio de Sus siervos, los profetas.
En contraste con la facilidad de acceso a estas conferencias y discursos, también nos enfrentamos a que como es más fácil, también nos puede dar más pereza escuchar o estudiar los mensajes. Es irónico que entre más fácil sea acceder los medios para llegar a algo, más difícil se vuelve lograrlo, porque lo damos por sentado, y suponemos que siempre va a estar allí.
Con el fin de que no demos por sentado el escuchar en vivo a los profetas del Señor, y que podamos transmitir el mismo mensaje a nuestra familia, de que sus mensajes son muy importantes, quiero repasar algunas ideas que se me ocurren para que podamos aprovechar y disfrutar mejor el fin de semana de Conferencia General:
- Verla en casa, en la capilla, en el bus, o en donde sea posible, ¡pero verla! Que los horarios no se vuelvan un obstáculo, es tan fácil como verla desde el TV, el celular o el PC. Estar conectados con millones de otros miembros alrededor del mundo es muy especial y nos ayuda a sentir la hermandad que compartimos, además de escuchar en vivo los anuncios, mensajes y poder sostener en conjunto a los profetas del Señor.
- Evitar las distracciones. Si estamos en casa o en la capilla, procurar eliminar cualquier cosa que nos distraiga de escuchar a los profetas durante las sesiones de la conferencia. Podemos concentrarnos mejor al seguir y cantar los himnos, dar materiales didácticos que atraigan la atención de los niños hacia la conferencia (en Internet hay cientos de ejemplos), apagar cualquier otra fuente de ruido y estar en un lugar cómodo pero que no nos haga sentir sueño y dormirnos ;)
- Preparar alimentos sencillos, no complicarnos con el almuerzo. Si vamos a la capilla o estamos en casa, aprovechemos este fin de semana para comer algo ligero, rápido y no tan complicado (o pedir domicilio el sábado). Que no se nos vayan las horas preparando la comida y que eso nos quite el tiempo de estar atentos a la conferencia. El gran banquete puede ser cualquier otro día, pero la conferencia es cada seis meses y podemos darle prioridad. Es algo que tal vez pueda ser insignificante pero el no tener que correr a preparar almuerzo entre una sesión y otra nos dará más tiempo para estar atentos y no preocupados.
- Buscar la mejor manera de repasar los mensajes de la conferencia una vez haya concluido. Algunos toman notas durante la conferencia y esto les ayuda a recordar y tener en cuenta detalles importantes o impresiones del Espíritu que recibieron en ese preciso instante. He visto que algunas personas ven los videos de los mensajes nuevamente durante las semanas que siguen, otros descargan los audios de los mensajes y los pueden escuchar en el celular, el carro o en el bus. Otras personas prefieren imprimir los discursos antes de que llegue la Liahona a sus manos y hacen su propio cuaderno de estudio, donde pueden subrayar, anotar pensamientos o sentimientos y relacionar los mensajes con otras escrituras, todo con el fin de estudiar más a profundidad los mensajes. Cualquier método sirve, hay que encontrar el que mejor nos funcione. Lo importante es seguir repasando los mensajes para poder ponerlos en práctica, de lo contrario, pueden olvidarse muy pronto y estaríamos dejando de lado mandamientos importantes que el Señor quiere que consideremos aquí y ahora.
Espero que todos y todas podamos disfrutar mucho de esta conferencia general. Ya para las mujeres inició el sábado pasado, y ahora continuamos con otras sesiones más. Compartamos en familia estos momentos especiales y de seguro nuestros hijos los recordarán y apreciarán así como yo recuerdo los de hace tantos años atrás.
¿Qué hacen ustedes para disfrutar y aprovechar el fin de semana de la Conferencia General? ¡Esperamos sus comentarios y sugerencias!
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